COMUNICADO DEL FESTIVAL MUNDIAL DE LA DELFINIDAD

 

El mundo está cambiando ante nuestros ojos y jamás volverá a ser como antes. Los cambios también se han sucedido habitualmente en el pasado, pero hoy en día la línea que separa ese pasado del futuro que nos espera está más marcada que nunca. Llega el momento de que todos y cada uno de nosotros tomemos la decisión de nuestras vidas, ahora o nunca.

 

La novedad que nos invade no entiende de normas e impedimentos obsoletos sino que se abre a cualquier posibilidad y a que cualquier acontecimiento pueda tener lugar. La cultura se relaciona con la educación y se cultiva. Por eso el Festival de la Delfinidad está dedicado a la cultura de la novedad. La “Delfinidad” es el término que hemos acuñado para un estilo de vida y una visión del mundo basados en el compromiso consciente con el momento presente.

 

Se trata del primer festival que se celebra entre especies diferentes: el primero que reconoce que sin el océano, la Tierra y el cielo vivos no podría hacerse realidad. Tampoco podría haber tenido lugar sin los delfines en libertad y las ballenas. Al igual que los humanos, no son sujetos sino protagonistas del festival de la Atención y la Unidad.

 

Celebramos este festival para saciar las inquietudes vitales de un número creciente de personas que van más allá de los beneficios materiales personales o incluso de la noción del individualismo. Ello se debe a que cada vez más personas se ven a sí mismas no como consecuencias sino como la razón de un cambio global. Éste también es el festival del Amor y de la Acción.

 

La Humanidad ha avanzado lo mejor que ha podido y probablemente no sería capaz de percibir la trascendencia de la integridad sin aprender las duras lecciones de la desconexión –no puede leerse lo escrito en tinta blanca sobre un papel en blanco. Pero hemos superado esa curva de aprendizaje: todo lo que debía revelársenos ya se nos ha mostrado suficientemente. En última instancia, ya hemos tenido tiempo para llegar a ser nosotros mismos -al menos durante un instante antes de que sea demasiado tarde.

 

La manera tradicional de pensar y actuar basada en el afán consumista de "conquistar el mundo" ya ha quedado desfasada y no ofrece soluciones para el presente. Todo intento de aferrarse al pasado es vano –al igual que resulta inútil impedir que salga el sol cerrando las cortinas. La esencia de lo que está ocurriendo reside en la imparable ola de cambio que YA nos invade.

 

En un mundo en el que estamos todos interconectados, el concepto del tiempo ha desaparecido: nada se consumirá al margen de ti. En un mundo en el que estamos todos interconectados, ya no existen las distancias: si disparas, no podrás evitar hacerte daño. En un mundo en el que estamos todos interconectados, ya no hay imprecisiones: si no siembras no recoges.

 

La raza humana es parte de un Universo que atesora el don de la creatividad. Desde el momento en que tomemos consciencia de ello, el desarrollo del mundo dará un paso de gigante. Cien humanos y cien ballenas suman un número homeopático pequeño. Pero los esfuerzos conscientes y coherentes tendrán una resonancia inmensurablemente mayor que cuando son dispersos.

 

La Humanidad y el mundo atraviesan el momento más decisivo de su historia: como la oruga que ya no necesita arrastrarse pero a quien aún le sigue pareciendo una fantasía alzar el vuelo como una mariposa. El único auténtico límite que separa el mundo está en el interior de todos y cada uno de nosotros. AHORA.